Cada uno de estos dos maravillosos artistas y profesionales de la Danza Oriental se merecen un artículo individual sobre ellos, pero mi tiempo estos meses es escaso y he decidido hablar de ambos en este artículo.
Zeina es una bailarinan de puro estilo egipcio. En diciembre pudimos en Madrid disfrutar de sus clases y asimilar algunos de sus grandes conocimientos. Madurada en la danza oriental en Egipto, tras viajar desde Suecia, su país de origen, donde actualmente imparte clases, desarrolló durante varios años una carrera profesional entre El Cairo y Alejandría.
Zeina es una mujer cercana, de belleza natural y sosegada, con mucha energía, con enorme paciencia para enseñar y grandes cualidades para explicar la técnica y el arte de la danza. Su singularidad quizá esté en esa naturalidad que hace parecer fácil lo difícil y que acerca la danza la vida cotidiana como un modo más de expresarse. Fue muy interesante su repertorio en los talleres que impartió en Madrid, con percusión en directo de la mano de su marido.
En cuanto a Khaled, de quien recibí formación en el pasado mes de enero, su biografía, contada por él mismo, es muy interesante y curiosa, no exenta de dificultades. Imaginad, un niño-adolescente egipcio queriendo dedicarse al bellydance. No contó con el apoyo familiar que merecía pero aún así esto le hizo reafirmarse aún más en sus convicciones y gracias a ello hoy en día podemos disfrutar de su baile.
Khaled es una sonrisa embriagadora, tiene el encanto de la serpiente y la inocencia del niño, su baile es pura energía que parece desbocarse pero que está bien controlada.
Khaled es ante todo un gran estudioso de la historia de la danza y de sus figuras, actuales y antiguas, las conoce a la perfección y busca de ellos nuevos conocimientos para asimilarlos y hacerlos suyos. Ejemplo a seguir.
Actualmente reside en Londres, pero viaja por todo el mundo, así que seguro hay muchas más ocasiones de recibir sus enseñanzas en España. No dudéis en acudir a verlo bailar, es todo un espectáculo.
